Siempre estaba ahí con los Alcántara y sobre todo leal a su Antoñito del alma. Nos hemos quedado helados por el fallecimiento de Roberto Cairo, mucha pena, grandes momentos, su personaje era como de la familia, entrañable, dicharachero, ingenioso, un inquieto visionario. Esta última temporada nos dejó un gran grito de guerra “El amigo Desiderio Quijo, abajo las penas, arriba el regocijo”. Qué menos que desde aquí dedicarle unas palabras, un recuerdo de su paso por Cuéntame Cómo Pasó. Han sido en total 15 temporadas, 13 años con nosotros, un personaje de los siempre, un tipo inolvidable, un gran compañero, un maravilloso actor. Se va parte del alma de Cuéntame, de su esencia… Parece imposible, pero por la serie también pasa la vida, te vamos a echar mucho de menos Canijo.
Roberto llevaba más de 20 años de televisión, teatro y cine. Famoso era el Gutiérrez de los “Ladrones van a la oficina”, pero sobre todo ha sido con Desi con el que el público más ha empatizado. Los mensajes de cariño dándole las gracias por estos años han sido preciosos, abrumadores. Y es que el público tiene motivos para quererle, nos ha hecho reír y protagonizar impagables momentos de nuestra serie.
EL AMIGO
Cuando hablas de Desi, puede uno exclamar tranquilamente la palabra AMIGO y todo lo que esta puede abarcar. Nos ha hecho un gran retrato de lo que significa la verdadera amistad y la lealtad. Me gusta recordar a Imanol Arias decir que trabajar con Roberto era una alegría constante, una fiesta, un disfrute. Ahora lamenta enormemente su ausencia.“Gracias por querernos tanto, espéranos allá arriba, sin prisa iremos a verte”. Se nos queda muy solo Antonio.
Y es que cuanto habrán vivido juntos. Un gran protagonista siempre necesita un hombro donde apoyarse. Antonio era muy afortunado con su mangarrián, siempre decía que Desi era más que un hermano para él, motivos tenía. En una ocasión ambos se quedan atrapados en la nieve, pensando que no se iban a volver a ver. Los dos, exaltados, se dijeron te quiero y que eran muy importantes el uno para el otro, no sabían que luego unos Reyes “magos” les llevarían sanos y salvos a casa. Era su tontolaba favorito, daban largos paseos y compartían dudas de cómo todo cambiaba a su alrededor. Desi era menos machista que Antonio y le hacía entender que en Merche tenía una joya y que el futuro iba a ser de las mujeres.
Como todos los buenos amigos también tuvieron sus roces que supieron solventar. Una vez dejaron de hablarse largo tiempo por un malentendido al Antonio no poder conseguirle un trabajo en el ministerio a Clara. “Su excelencia” llamaba Desi a un Antonio con los humos muy subidos por su nueva posición, aunque bien es verdad que hizo lo que pudo. Lo solucionaron con sinceridad y eso siempre les ha hecho ser más verdaderos.
Preciosa fue aquella ocasión en la que Antonio envidioso por su Dodge Dar le pidió perdón y le lavó el coche. Esta es una de mis escenas favoritas, (ESCENA) en la que uno se traga sus palabras y orgullo por el otro y se reconocen los errores. Desi le confiesa que siente envidia de la familia que tiene y que se sentía muy solo. Ambos se apoyaban hasta cuando metían la pata hasta el fondo, siempre decía “Después de Clara y el niño, Merche y tú sois todo lo que tengo”. También es de recordar aquella vez que Antonio le felicita por su cumpleaños en Sagrillas, el Parriba contemplaba con cariño a su amigo a su lado.
Más de una aventura vivieron. Juntos montaron una pequeña imprenta haciéndole la competencia a don Pablo y luego Antonio se lo llevó con él en Meyni para vender los diseños de Merche y le dolió en el alma tener que despedirle por no poder pagarle. Este lo comprendía y siempre le sonsacaba la mejor sonrisa.
Desi siempre animaba con su humor socarrón a Antonio a vivir nuevas experiencias o ver nuevo cine. Le insistió hasta decir basta para que fueran a Perpiñán a ver películas no toleradas con sus mujeres. El destino travieso les hizo acabar en un camping nudista del que formaron parte mientras pagaban. Escena Todo un dúo, disfrutaban con su gamberreo. En Canarias Desi iba enfundado con los prismáticos a ver si pillaba algún topless, hasta que encontró nada menos que a Merche y Clara practicándolo. También más de una buena trompa de llorar se pilló en alguna noche de teatro con la parroquia y de Rodríguez con Antonio, Miguel y Ramón.
Al Nalón le va a faltar un protagonista indiscutible porque Desi también era amigo de todos allí. Cuantas risas habremos pasado con él en el bar con sus comentarios ingeniosos y sus piques con Tinín por sus berberechos, con Cervan por ser un tacaño, con las ocurrencias madridistas de Ramón, los juegos de cartas, los partidos de futbol, las croquetas de Paca, las rondas de cerveza... Recuerdo una imagen de todos en comisaria sospechosos de ser los asesinos de la tinaja en la segunda temporada. Geniales. Imanol en los rodajes bromeaba llamando a Juan Echanove, Manolo Cal y Roberto, los Soprano de San Genaro.
“Me cago en san pito pato”, decía en los atascos. Este era uno de los múltiples chascarrillos del personaje. Ingenioso y castizo al hablar, lo era un rato, siempre venía con expresiones nuevas, rápidas y divertidas. Sus bromas, su humor, sus ganas de ayudar… daban un respiro cuando las cosas se ponían turbias en casa de los Alcántara.
DESI EL VISIONARIO
Desi nunca dudaba de ofrecer a sus amigos sus últimas adquisiciones o inventos. Al principio tenía un primo que le dejaba unos coches fantásticos que no dudaba en compartir con Antonio para que este disfrutara con Merche o pasara un día de campo con los niños. Mítica era su caravana que se la llevaba a Sagrillas o al ya citado Perpiñán. Todo un manitas, fue quien instaló la lavadora en casa de los Alcántara, y más de una vez les arregló la antena de la televisión para que Herminia no sufriera.
Era un visionario y un emprendedor, dejó de ser callista para arreglar televisores y después traer a San Genaro los últimos modelos de electrodomésticos, televisores, discos e incluso se atrevió e instaló los porteros automáticos de todo el barrio. Era asiduo a leer revistas de “grandes inventos” y alguna vez dejó caer que algún día todos tendríamos un teléfono portable. Loco, le llamaban…. Qué pena dio cuando se les quemó la tienda... Sin embargo, supo mirar al frente y montar un videoclub para llenarnos la vida de novedades y de VHS.
DESI Y CLARA
No todo en Desi la verdad era para aplaudir, vamos a ser sinceros aunque le queramos mucho. Este año nos tenía un poco enfadados por su afición a ir al Club Siglo XXI y ocultárselo a Clara. A veces daba la sensación que este no se la merecía dada su gran afición por las mujeres o “gachises”, como decía él, lo peor es que él lo sabía. Pobre Clara, cómo le dolió el engaño y el capricho con su prima Loli, (escena). Le acabó perdonando a ritmo de Dúo Dinámico. Juntos hacen una pareja genuina, divertida, muy cariñosa que se ganó estos años el favor del público, fue un acierto juntar a Silvia Espigado con Roberto.

Desi no tuvo suerte en el amor, una vez se enamoró de Conchi, una prostituta del Edén, pero esta le dejó por evitar habladurías. La verdad que nunca le ha importado el qué dirán y por ello se enamoró de Clara y quiso a Josete como a un hijo. A partir de ese momento hicieron equipo. “Los Desiderios” . Memorable fue el día de su boda en la que, cómo no, Antonio fue el padrino que además le quitó sus miedos a ponerse el anillo.
HASTA SIEMPRE
Hay que decir hasta siempre y dar infinitas gracias a Roberto Cairo, así, de corazón, cómo hace Desi en el brindis de su boda. Gracias por tantos años y momentos en Cuéntame, por ser uno de los de siempre, por hacernos reír y por regalarnos un personaje de estos que apuntan directos al alma. Llora San Genaro por la pérdida de un gran actor y compañero, el compadre que nos gustaría tener a nuestro lado. Qué afortunados somos de haberle disfrutado, Desi era, en definitiva, el gran amigo de Antonio y también el de todos.
ESCENAS: