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Channel: Cuentame Como Paso -Mangarrianes y Milanos-
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CAP 231 DEJA QUE TE CUIDEN, MILANO

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CAP 231 TODO PASA FACTURA
La semana pasada dijimos que Mercedes iba a construir su propia lucha.  Y eso está intentando, no sin cometer errores, muy lógicos, muy humanos. Este capítulo, más relajado, acompaña a Merche en su estado de ánimo y en su tratamiento con naturalidad. Nos viene a decir, que a pesar de todo hay que respirar hondo, no olvidarse sonreír y tirar para adelante siendo consciente de uno mismo, de tus límites y de lo que te rodea. El cáncer o  padecer cualquier otra enfermedad grave, es una experiencia tan abismal y tan vital que incluso puede aportar grandes enseñanzas y vivir momentos inolvidables, por paradójico que esto pueda sonar.



Para  Merche no es nada fácil aceptar que su enfermedad tiene consecuencias físicas y psicológicas en ella. Las energías le fallan.  Ella, que siempre ha podido con todo,  no quiere mostrar que está débil. Es pura rabia e impotencia lo que siente. “Necesito hacer mi vida normal por mi y por mis hijos”. Aunque tiene razón en no querer hundirse, ni ahogarse pensando en lo que tiene y en  continuar activa, se equivoca en querer vivir exactamente como antes, negando su verdadero estado y rechazando la ayuda de los suyos. Ha necesitado entender que ha de cuidarse y que, por una vez, la cuiden.  Todos sienten que Merche esté pasando tan mal trago. Me gustó incluso ver cómo el propio doctor lamenta ver debilitada a su paciente tras la quimioterapia.  Fantástica Ana Duato de nuevo, detallista con el dolor de brazo,  trabajaba desde dentro y desde lo físico al personaje,  lo cansaba y  revelaba.

“Estoy bien“, “déjame en paz”.Antonio es el que recibe  con impotencia estas palabras llenas de frustración de su mujer e incluso le pide perdón por ser pesado con tal de que se sintiera mejor.  “Sólo quiero que me dejes ayudarte”, le pedía cabizbajo. Se vuelca totalmente en ella con  paciencia  y comprensión. Procura arroparla y tratarla con  mucho cariño,  ternura y  tacto, sin discutirle en exceso. Sin embargo, la preocupación  sigue ahí presente y también  la inseguridad de no saber acertar o de no saber qué hacer. No puede evitar mirarla con tristeza y compasión  cuando no atiende a razones.  Le duele en el alma verla mal. Este marido abnegado es el vivo ejemplo de que el que está al lado del enfermo también vive un auténtico drama.  Todos le piden a Merche que se deje cuidar.  Por ello, rodeada de los suyos y hecha polvo tras su primera sesión de quimio,  acaba admitiendo  que les necesita. A Antonio le pide que no se vaya aunque sea de plomo derretido. 

SI TÚ ME LO PIDES…ADOLFO

Y no se va.  Alcántara deja escapar una gran oportunidad y un sueño por ella. Cuando parecía que las puertas de la política habían cerrado, el “cartero”  Maceiras llama una segunda vez y le ofrece un buen puesto de gobernador civil  en Albacete en un momento en el que la UCD entraba en un inevitable declive, un joven Felipe González pedía una moción de censura contra Suárez.  Maceiras no consiguió convencerle, aún recordamos el feo que le hizo este año ninguneándole en el último despacho del ministerio.  Antonio tenía la espina de que no se le había reconocido su fidelidad y entrega al partido.  Sin embargo, la llamada desde Moncloa le sorprende tanto que incluso, para responder, se  abrocha la chaqueta del traje y coge prestancia como si le fueran a ver al otro lado de la línea:  “Para mí también es un honor, señor presidente"

Para Antonio su alter ego siempre fue don Pablo, pero en Adolfo Suárez encontró una referencia a la que admirar profundamente, le emulaba hasta en el peinado, y este año frente al espejo se quitó el disfraz despidiéndose de él  y de sus aspiraciones políticas. Sintió la misma soledad que el presidente  cuando se le obligó a dimitir por la constitución (ver post). Hasta en sueños   le daba  las gracias a don Adolfo por su confianza balanceándose en un columpio como  si fueran dos niños compartiendo ilusionesLe dijo, como en los boleros, un “si tú me lo pides, te empapelo España entera”, “por ti, vuelvo al pluriempleo”. .  Él, sus banderas y sus sueños. Sin embargo, ni el amigo de Herminia  pudo con las ganas de Antonio de permanecer junto a su Milano, ella ahora es su  camino, su todo. 
Nada de estar lejos.

Y MIENTRAS… DONDE HUBO FUEGO…
…quedan cenizas.


Toni se encuentra por sorpresa conJuana y como todos los encuentros con antiguos amores, le sacude en cierta manera, ambos juegan a retarse y a sentir ciertos retales de lo pasado: “Hay cosas que no se olvidan” dice una, “hasta que ocurre algo importante” añade el otro. Esperemos a ver lo que surge de todo esto.  Gracias a ella, jefa de prensa del PSOE en Madrid, consigue una gran entrevista con Tierno Galván, el alcalde de la Movida, de los jóvenes. Sin embargo, la radio tiene un ritmo especial, los móviles no existían para avisar y los listillos siempre han abundado. A Toni le pisan la exclusiva y no le queda otra que espabilar y buscarse la vida.  De nuevo a tirar de los contactos. 

Al final la solución fue Pascual,el cura que tanto ha ayudado a Inés con la droga y que ahora se marcha a iniciar otro proyecto similar. Inés lamenta perderle a pesar de que este confía en ella para cederle su puesto. El rechazarlo es una prueba más de la inseguridad que tiene el personaje, quizás no se ve lo suficientemente fuerte para tomar decisiones tan drásticas con los chavales. Lo que sí es  seguro es que sigue teniendo miedos y que niega la situación de su madre. “Sí mamá tiene razón, está perfectamente”. Merche es la única que intuyó por un momento que la marcha del sacerdote constituye un duro golpe para ella.


Más cenizas, pero Karina las aguanta bien. Carlos disfruta su apoyo y su amistad  y ve como esta se enfrenta a duelo a las ñoñerías de Arantxa.  El asalto lo ganó la primera con un gran golpe de efecto: “Defínete, no se puede ser una moderna liberada y una moñas con pedrusco”. No le falta razón pero  a pesar de todos sus esfuerzos, Carlos sigue perdido en este micromundo raro que se ha creado en el que tres son multitud. Se agradece la sinceridad entre los dos jóvenes independientemente de lo que pueda pasar entre ellos, es difícil que algo malo quede.

Citando a Sabina, lo “malo” de los besos es que crean adicción.  Miguel sintió de nuevo el fuego al ver a Rocío. Cayó en la tentación y para colmo fue visto por Françoise quien no daba crédito. “¡Conard!” le espeto con desmesura durante el desayuno.  Pero no se trata sólo de una simple calentura, traición o pérdida de control. En esta  mujer de bandera, Miguelón encontró el apoyo cuando Paquita le dejó tirado, le hizo levantar el ánimo y sentirse querido. Por otro lado, es difícil pensar que Miguel quiera perder a su Paca, por mucho que no quiera esta hacer la declaración de la renta.  Veremos si de tanto fuego sin apagar, no se quema.

LOS GRANDES INSTANTES DE CUÉNTAME

La semana que viene nos van a ofrecer un hermoso episodio, pero el que nos acontece ha tenido una gran importancia a nivel emocional para los personajes a la hora de enfrentar el día a día con el problema. Cuéntame demuestra siempre su buen hacer en reflejar a la perfección los estrechos  vínculos que se establecen entre los miembros de la familia. Si algo bueno puede sacarse un trance como este es apreciar estos pequeños momentos que no serán los últimos.

Hubo un detalle en  particular  que fue muy verdadero: Toni y Carlos admiran y adoran a su madre y sufren por ella.  Ambos  muchachos disfrutaban bromeándola, mimándola  y viéndola sonreír cuando se la encuentran estudiando incansable en el salón.   Mientras se marchaban dándose los típicos toquecitos gandules de hermanos, Merche les contempla con amor y orgullosa de lo nobles y buenos que son.  Esta sencilla estampa de total complicidad entre una madre y sus chicos, fue preciosa, cercana y, dada las circunstancias,  cobró un sentido todavía más especial.  ¿Se puede querer más? ¿Hay una mejor razón para luchar?




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